El proceso de taladrado y conformado por flujo permite la formación de casquillos y perforaciones, sin levantar virutas, en materiales metálicos de paredes delgadas con un espesor de hasta 12 mm. En este proceso se obtienen casquillos o perforaciones de hasta 4 veces el espesor original del material.
Ventajas del proceso de taladrado y conformado:
Ahorro de tiempo;
Ahorro de material y peso en perfiles delgados;
Mayores fuerzas de tracción del hilo;
Sellado de las perforaciones;
Juntas separables y materiales básicos del mismo tipo;
Sin tuercas soldadas, remachadas o prensadas;
Mayor dureza, es decir, menor desgaste al atornillar repetidamente;
Un único material básico, que evita la corrosión electromecánica;